jueves, 24 de septiembre de 2009

Impuestos a las Operaciones Bursátiles

Para el inversor individual existen 4 impuestos a tener en cuenta a la hora de invertir en la bolsa porteña. Estos son: Ganancias, Bienes Personales, IVA e Ingresos Brutos.

Veamos cómo y dónde se aplica cada uno:

GANANCIAS:
La compra venta de acciones y de títulos públicos, así como los dividendos, no están alcanzados por el impuesto a las ganancias.
En cambio, los pases y cauciones bursátiles, (que son operaciones de crédito con garantía accionaria) sí están gravados.
También se encuentran gravadas por el impuesto a las ganancias las operaciones de obligaciones negociables que no tienen oferta pública.
Las opciones reciben el mismo tratamiento fiscal que todos los derivados financieros, es decir, también están gravadas.
Los CEDEARS (Certificados de Depósito Argentinos), y ADRs (Certificados de Depósito Estadounidenses) están exentos del impuesto.
En relación a los resultados por tenencia, los cedears, no están gravados cuando se trata de dividendos, pero sí, en el caso que se trate de intereses.

BIENES PERSONALES:
Todas las operaciones bursátiles, sin excepción, están alcanzadas por el impuesto a los bienes personales. El impuesto se liquida en base a la última cotización disponible de cada activo al 31 de diciembre.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Crisis Capitalistas. La teoría de la tasa de ganancia.

Las crisis son fenómenos extraordinariamente complicados. Una gran variedad de fuerzas económicas les da forma en mayor o menor medida.

Cualquier interrupción en el proceso de circulación puede iniciar una contracción que dará origen al fenómeno de la sobreproducción y que pronto se reflejará en un descenso de la producción misma.

Veamos cómo es posible:
La tasa de ganancia (tasa de interés) constituye el talón de Aquiles del capitalismo. Si algo le ocurre a la tasa de ganancia, el capitalista reconsiderará inmediatamente la conveniencia de introducir más dinero a la circulación.

Existen dos posibilidades: Que la tasa de ganancia desaparezca o se vuelva negativa, lo cual haría desaparecer el incentivo de la producción capitalista, y éstos entonces, retirarán su dinero, se reducirá la circulación y comenzará una crisis seguida de sobreproducción. Este sería el resultado de una crisis particularmente severa, una depresión de la economía.

Que la tasa de ganancia descienda por debajo de su nivel ordinario, lo que iniciará una reducción de las operaciones de los capitalistas.

Es un principio generalmente aceptado que si la tasa de ganancia desciende por debajo de su nivel ordinario en cualquier industria en particular, los capitalistas retiraran su capital de esa industria para colocarlo en otra. Sin embargo, si la tasa de ganancia desciende más allá de su nivel ordinario en todas o casi todas las industrias al mismo tiempo, nada puede ganarse con pasar de una a otra. En ese caso, los capitalistas, pospondrán la reinversión hasta que las condiciones sean favorables; esto es, hasta que la tasa de ganancia alcance de nuevo su nivel ordinario, o hasta que se hayan resignado a una tasa de ganancia más baja.

Entre tanto, el aplazamiento del proceso de reinversión habrá interrumpido el proceso de circulación y provocado la crisis y la sobreproducción.

Por lo tanto, la crisis y la depresión subsecuente forman parte del mecanismo por el cual la tasa de ganancia es restituída a su nivel previo.

Concluyendo: La crisis capitalista es una interrupción del proceso de la circulación provocada por un descenso en la tasa de ganancia más allá de su nivel ordinario.

La teoría moderna divide a la clase capitalista en dos: Por un lado estarían los empresarios que organizan y dirigen los procesos de producción, y por el otro lado, los poseedores del capital en dinero que suministran bajo la forma de préstamos a interés los fondos que los empresarios necesitan.

Bajo estas circunstancias el empresario considera que vale la pena invertir capital mientras la tasa de ganancia que percibe sea mayor que el tipo de interés que está obligado a pagar por el uso del capital.

Planteado de este modo, el punto central radica en el valor del tipo de interés. Si el tipo de interés es demasiado alto, descincentiva la producción. Antes de prestar su capital a los empresarios a tipos inferiores, los capitalistas preferirán conservarlo en forma de dinero.

Los inversores en su conjunto restringen sus actividades de inversión cuando la tasa de beneficio sobre el capital cae por debajo de cierto nivel que es más o menos preciso en cualquier tiempo y lugar particulares.

La implicancia más importante de esta teoría es que no se puede esperar que las intromisiones en el sistema monetario, en cualquier grado que fueren, pongan término a las crisis capitalistas.